Dentro de la pastelería creativa es muy importante el uso de herramientas y de elementos decorativos que nos permita personalizar y crear un diseño atractivo como si de un trabajo manual se tratara. En un pastel creativo realizado con mimo no sólo se usa y se moldea fondant, también se talla, se esculpe, se retoca. Lo que hace tan única a la pastelería de diseño es la elaboración detallada que conjuga con el magnífico sabor del producto. Y para que este marque la diferencia son necesarias herramientas de pastelería y elementos comestibles, que no sean simple adornos.
La decoración es parte del conjunto, no un anexo
Quién no tiene como referente esas figuritas de boda de los novios que culmina un tartazo de siete pisos. Es de los elementos que más llama la atención de la tarta, eclipsando cualquier otro. Pero al momento de partir la tarta y presentársela a los invitados, estos desaparecen dejando casi “desnuda” la pieza de bizcocho y crema, que ha perdido toda la espectacularidad que tenía cuando estaba montada sobre la estructura. ¿Por qué aislar la decoración de algo tan importante como la presentación?
También queda en el recuerdo esas tartas de cumpleaños donde en la superficie se añadían flores, figuras de chocolate etc. que producían numerosas peleas por ver quién era el primero que se las comía. A día de hoy ambos inconvenientes son solo recuerdos del pasado gracias a la pastelería creativa, donde los elementos decorativos tienen presencia continua y también “saben a gloria”.
No se trata de agregar, sino integrar
La base de una repostería creativa de calidad es que la decoración se hace de forma racional. Podemos hacer maravillas visuales usando como base un bizcocho y agregándole toneladas de fondant que pintar, pero el resultado será un pastel al que apenas se le aprecia el sabor de la masa esponjosa porque ha quedado cubierto por una cobertura de azúcar excesiva.
Tampoco forma parte de la filosofía de la buena pastelería de diseño realizar un postre delicioso y una vez acabado, añadirle sin ton ni son figuras que acabe por rememorar esas tartas de cumpleaños que mencionábamos.
Una buena pastelería creativa consigue su decoración dentro de los mismos productos que integran la receta y, todo anexo está justificado en términos de textura y contraste (piezas de fruta fresca, chocolates de mayor intensidad etc.).
Procurar que sea el propio ingrediente lo decorativo
Para este último punto tratado, en el cual se indica la prevalencia del producto propio que integra la receta y no el abuso de anexos, es importante hacernos valer de las mejores herramientas de pastelería que sean capaces de obtener lo mejor de cada materia prima.
Una buena manga pastelera es vital para poder dar forma y un buen acabado a todo producto repostero. Con las boquillas adecuadas, podemos agregar la crema con un resultado excepcional a la vista y resaltando el producto, pero no es la única herramienta que nos puede ayudar.
Moldeadores, texturizadores, moldes para bizcochos… consiguen formas curiosas sin interceder en el sabor y haciendo formar parte la decoración del mismo producto sin apenas modificarlo.
En definitiva, la importancia de la decoración en la pastelería es que sepa aunar sabor con visualización, sin que ninguno de los dos factores actúe en algún momento en perjuicio del otro.