Collserola: el pulmón de Barcelona

Barcelona presume orgullosa de rincones donde el verde lo inunda todo: a la multitud de parques municipales se le unen las colinas que, en el caso de Montjuïc o la que cubre el Park Güell son mucho más que representaciones naturales para convertirse directamente en auténticos monumentos.

Pero entre estas colinas destaca toda una montaña que merece el título de auténtico pulmón de Barcelona, y no es otro que el Collserola: uno de los parques metropolitanos más grandes del mundo.

Entre la calificación de parque y sierra

La principal característica del Collserola es que oficialmente forma parte de la red de parques de la ciudad de Barcelona y, grandes partes de él están construidas, planificadas y equipadas como tal, pero su presencia no es más diferente que la de cualquier montaña natural como las que pudieran conformar el Montseny o la afamada Montserrat.

Más aún notamos estas diferencias si dejamos de observarla desde cualquier punto de la ciudad y nos adentramos en su mediterránea espesura, donde un paisaje de pinos y encinas nos envuelve lejos de los humos y las aglomeraciones urbanas.

Respecto a su fauna, resulta toda una sorpresa encontrar tal variedad de animales en un entorno metropolitano: jabalíes, jinetas, zorros, comadrejas, ardillas, conejos, erizos y una gran variedad aviar nos acompañan en un paseo plenamente purificador.

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Imagen: likealocalguide.com

Una sierra perfectamente equipada

Este mestizaje entre lo natural y lo urbano permite que nos envolvamos de un ambiente ecológico mientras a la par disfrutamos de las comodidades y servicios propios de una gran ciudad.

Mucho mayor es el privilegio de disfrutar de alguna de las viviendas o residencia estudiantil en Barcelona que se encuentran en los barrios de Sarriá, Vallvidrera o Les Planes, ya que en cuestión de 10 minutos podemos variar de un ambiente cosmopolita a uno puramente natural.

Rutas adaptadas para pasear, ir en bicicleta o correr, un emblemático parque de atracciones, la inmejorable coronación que ofrece el templo del Sagrado Corazón, el bellísimo mirador de la torre del Colserolla y multitud de merenderos o zonas de pic-nic son algunos de los servicios que ofrece una montaña que supone un auténtico regalo de la naturaleza para los barceloneses.

La carretera de les Aigües

Si hay un nexo entre el Collserola urbano y el salvaje, ese es el de la Carretera de les Aigües. Un paseo que supone sin duda alguna el mejor mirador a Barcelona, el balcón al Mediterráneo en su plenitud y la plataforma que une a todos los pueblos que disfrutan el Collserola.

Una ruta desde Barcelona a Sant Cugat permite en torno a 20 kilómetros de auténtico disfrute y desconexión, donde deporte, paisajes y aire libre actúan de bálsamo al estrés de la ciudad.

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